El tema del abrigo a nuestros pequeños siempre va a ser un tema de incertidumbre ya que como padres siempre buscamos la mejor forma de mantenerlos protegidos y comodos. Existe la costumbre de creer que sobreabrigando a nuestros hijos estarán bien, pero esta es una práctica con la que hay que tener mucho cuidado ya que es tan perjudicial como que no les demos el calor necesario. Los problemas que les podemos ocasionar van desde la aparición de fiebre hasta problemas cutaneos debido a la sudoración. Como tambien soy madre les quiero compartir algunos tips que he ido conociendo con los años y que en su momento me sirvieron mucho:

Mantener la temperatura de la casa

La temperatura ideal para que tu bebé se sienta comodo varia entre los 20 y 22º C. Es la temperatura que mantienen en servicios de recien nacidos ya que es calida y lo suficientemente fresca para evitar la sudoración. Ten cuidado con sobrecalentar la habitción ya que los sistemas de calefacción resecan la mucosa nasal de tu bebé lo que disminuye la función protectora contra microorganismos  por lo que es ideal ocupar un humidificador de ambientes.

Cuidado con la cantidad de ropa que le pones encima

 

Es creencia popular que mientras más capas le pongamos a la cama de nuestro bebé más abrigado va a estar, si, va a tener más calor, pero eso no es lo correcto. En primer lugar el exceso de tapas produce peso, incomodidad e impide la correcta movilidad del bebé en su cuna. En segundo lugar produce una excesiva sudoración, lo que como ya dijimos puede producir problemas cutaneos.

 

Lo correcto seria controlar la temperatura de la habitación y en la cuna usar como ropas de cama la sabana bajera, la sabana superior y un cobertor lo suficiente liviano y térmico que le permita a tu bebé mantenerse abrigado con la suficiente movilidad y el menor peso posible.

 

Fíjate muy bien en los materiales de su ropa de cuna

 

Este punto es muy importante ya que no da lo mismo el material que esté en contacto con la piel de tu bebé. Lo ideal es ocupar materiales 100% naturales como algodón, lino, bambú, lana, etc. la razón es que los bebes son muy susceptibles a los químicos irritantes que contienen los productos que no son naturales.

 

Las telas naturales permiten que el aire fluya libremente, absorben el sudor, permiten a la piel respirar y al permitir una ventilación adecuada evita la aparición de hongos.

 

Un par de cosas a considerar

 

Siempre ten presente que el abrigo nunca debe impedir que los niños se muevan con libertad. Esto es importante tanto para su propia ropa como también para las sábanas, cobertores u otra ropa que pueda ocupar en su cama.

Idealmente la sábana debe estar doblada debajo del colchón pero sin apretar al bebé y el cobertor se debe dejar libre para que caiga sobre el borde de la cama, de esta manera se evita el riesgo de que el pequeño se asfixie atrapado o enredado entre estas prendas.

 

Espero que estos consejos te sean utiles y ayuden a mantener a tu bebé abrigadito y comodo en esta temporada fria que recien comienza… Nos vemos en otro post… Cariños a tod@s…

 

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